La manzanilla es una planta herbácea anual originaria de Europa y de Oriente Próximo. Es una planta espontánea y crece casi en todas partes, aunque agradece el sol directo y no sufrir falta de agua durante mucho tiempo seguido.
Los antiguos egipcios la veneraban como un dios, tanto por sus propiedades como por la forma de la flor que les recordaba el sol. Los tratados andalusíes hablaban de la manzanilla continuamente, tanto a los libros de medicina como a los de agronomía y la incluían en los calendarios de cultivo, dando una idea de la importancia que tenía para ellos. Con el paso de los años, se convirtió en un remedio familiar para curar infinitas afecciones del cuerpo, que poco a poco la ciencia se ha encargado de estudiar y verificar.
La infusión de manzanilla se recomienda para aliviar problemas gastorindestinals leves: para mejorar la digestión, alivia espasmos, hinchazón, gases, espasmos. También para aliviar los síntomas de los resfriados y de las inflamaciones leves de la cavidad bucal y de la piel.
Además de esto, en diferentes estudios clínicos la infusión de manzanilla ha mostrado su utilidad en el tratamiento de la angustia, el insomnio, las depresiones leves y para aliviar los dolores del síndrome premenstrual.
Las infusiones muy cargadas de planta o con mucho tiempo de infusión (más de 4 minutos) pueden tener propiedades vomitivas.
Aconsejamos secar a la sombra para conservar todas sus propiedades.
Consejos de siembra: hacer el plantel de marzo a mayo cuando no hay peligro de heladas y luego trasplantar a unos15 cm de distancia entre plantas. Si se dejan algunas flores en la planta, se resiembra sola fácilmente de un año al otro.
Lugar y año de cosecha: Collbahí, Mieres, Garrotxa, 2019 y 2020
* Etimológicamente es interesante ver que Matricaria proviene del latín matrix, matriz o útero, hace referencia a las propiedades ginecológicas de la planta; mientras que Chamomilla del griego chamaemelum, patata, hace referencia al olor que desprende.